Semana por la Paz 2025

La Semana por la Paz 2025, celebrada en la segunda semana de septiembre, nos recordó que la verdadera paz no es un destino lejano, sino un camino que se construye día a día, desde lo más profundo de nuestro corazón.

La Diócesis de Pereira, junto a Cáritas Diocesana, impulsó este tiempo especial como un camino pastoral de reconciliación, justicia y solidaridad, inspirado en el Evangelio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9). También nos lo recuerda la Doctrina Social de la Iglesia: “La paz es obra de la justicia y efecto de la caridad” (Compendio DSI, n. 494).

Bajo el lema “Arropamos la vida con dignidad y esperanza”, la Semana por la Paz fue un espacio de encuentro, conversión y compromiso comunitario, integrando acciones espirituales, formativas y sociales que unieron a vicarías, parroquias, movimientos e instituciones en una sola voz por la reconciliación. Tal como lo inspira la Palabra: “Que todos sean uno, para que el mundo crea” (Jn 17,21).

Más que una celebración, esta semana fue una conmemoración cargada de esperanza: un llamado a no olvidar a quienes entregaron su vida en la búsqueda de la paz y, al mismo tiempo, una invitación a seguir luchando mientras tengamos aliento para construir un mundo mejor.

El mensaje de la Fundación Cáritas y sus programas fue claro y lleno de vida: confiar en la paz que solo Dios puede regalar. Cuando la cultivamos en nuestro interior, nuestras palabras, gestos y acciones se convierten en semillas que, aunque pequeñas, tienen el poder de transformar realidades y acercarnos a ese sueño de un mundo lleno de paz.

La invitación es a no quedarnos únicamente con la experiencia de una semana, sino a prolongar este espíritu cada día de nuestra vida. Que cada encuentro con otra persona sea la oportunidad de sembrar esperanza, de inspirar bondad y de dejar a cada uno mejor de lo que llegó a nosotros.

Porque la paz comienza dentro de nosotros, y cuando la compartimos, se multiplica. Y mientras haya vida, siempre habrá camino para seguir construyéndola.